martes, 29 de septiembre de 2009

Aquí huele a muerto.

No, en serio, no es presunción filosófica. Desde que entre a mi cuarto hoy en la tarde detecto un putrefacto aroma. Creo que por fin ha sucedido y un ser viviente de proporciones considerables ha cesado su existir entre mis muebles. Ojalá no en mi cama, que es sagrada. Debería investigar, pero la verdad es que tengo el sueño suficiente para no hacerlo.

Mi credencial de la escuela es horrible. Cada vez se esfuerzan menos, diría... mucha gente, en cambio las de la UV están hermosas, me dan ganas de inscribirme solo para pedir una credencial. Afortunadamente, fuera de la credencial, amo mi universidad y carrera con toda mi alma.

En estos últimos 2 o 3 días terminé Blade Runner de Philip K. Dick y por fin retomé y terminé Ensayo sobre la ceguera. Estas acciones me dan ánimos y nuevos brios para seguir leyendo, cosa que realmente espero continuar haciendo, por pura cultura.

El domingo vi "Un campo", de la Compañia Titular de Teatro de la UV. Aunque en cierto modo con un enfoque convencional, los recursos escénicos e istriónicos así como la estructura me gustaron bastante. Karina Meneses es dios; fue maravilloso como tiraba su humanidad a la basura para convertirse en un errante y caótico gnomo. Todo estuvo bastante bonito, sin embargo me siguen gustando más las obras de teatro contemporaneo/experimental y demás presentadas en los pequeños foros de la ciudad.

Si algún día vuelven a montar Orquideas para un segundo funeral o Brockenhaus (ambas de dramaturgía de Martín Zapata) yo personalmente se las recomiendo mucho.

- expediente inconcluso -

lunes, 28 de septiembre de 2009

Es muy fácil no hacer nada cuando se sabe hacer de todo.

Son las 12:29 de la madrugada. Es Lunes. El Fin de semana terminó y yo todavía no empiezo ninguna de mis obligaciones. Obligaciones que cabe destacar llevo postergando semanas, en algunos casos.

Hay que leer un libro, un artículo, un ensayo, un fragmento de libro, ver Blade Runner otra vez, analizarla y entenderla, hacer un ensayo, estudiar para mi examen y componer una canción... para una clase.

He desarrollado un absurdo grado de confianza en mi mismo que se ha volcado en una contraproducente apatía a realizar cualquier actividad que me concierna. El saber que puedo me hace pensar que no hay porque apremiar a su inicio. El saber que puedo hace muchas veces que no inicie.

Hace unos dias una amiga me preguntó, muy casualmente, cuales eran mis objetivos en la vida. Yo lo tenía claro, sin embargo nunca lo había materializado. Escribí mucho. Cerré con un contundente dormir más, olvidando señalar que mínimo debería aprovechar el tiempo que no duermo, y no solo pajarear en la Internet.

Ojala no se me salga de control, no pronto, no antes de que yo le pueda poner remedio a las cosas.

Ya cierra el messenger! Quita la música. Lee. Produce, trabaja y escribe.

Debo dormir más.