No, en serio, no es presunción filosófica. Desde que entre a mi cuarto hoy en la tarde detecto un putrefacto aroma. Creo que por fin ha sucedido y un ser viviente de proporciones considerables ha cesado su existir entre mis muebles. Ojalá no en mi cama, que es sagrada. Debería investigar, pero la verdad es que tengo el sueño suficiente para no hacerlo.
Mi credencial de la escuela es horrible. Cada vez se esfuerzan menos, diría... mucha gente, en cambio las de la UV están hermosas, me dan ganas de inscribirme solo para pedir una credencial. Afortunadamente, fuera de la credencial, amo mi universidad y carrera con toda mi alma.
En estos últimos 2 o 3 días terminé Blade Runner de Philip K. Dick y por fin retomé y terminé Ensayo sobre la ceguera. Estas acciones me dan ánimos y nuevos brios para seguir leyendo, cosa que realmente espero continuar haciendo, por pura cultura.
El domingo vi "Un campo", de la Compañia Titular de Teatro de la UV. Aunque en cierto modo con un enfoque convencional, los recursos escénicos e istriónicos así como la estructura me gustaron bastante. Karina Meneses es dios; fue maravilloso como tiraba su humanidad a la basura para convertirse en un errante y caótico gnomo. Todo estuvo bastante bonito, sin embargo me siguen gustando más las obras de teatro contemporaneo/experimental y demás presentadas en los pequeños foros de la ciudad.
Si algún día vuelven a montar Orquideas para un segundo funeral o Brockenhaus (ambas de dramaturgía de Martín Zapata) yo personalmente se las recomiendo mucho.
- expediente inconcluso -